La pandemia y la guerra en Ucrania son dos hiperaceleradores de procesos económicos; tecnológicos y sociales que en pocos años están transformando el mundo. De un mundo de baja inflación pasamos a uno de alta; de la globalización a la desglobalización; de la paz a la guerra; del bonus demográfico al envejecimiento poblacional; y de la Tercera Revolución Industrial a la Cuarta.
A nivel local; el contexto no puede ser más alarmante: inflación camino al 90%; pobreza en niveles récord; Banco Central sin reservas; crisis energética; falta de insumos; presión impositiva récord; menor consumo de carne en 100 años y un presidente débil y desprestigiado. Todo esto es parte de la tormenta que antecede a la recuperación.
Frente a una década que para muchos países se presenta turbulenta; para el nuestro se inicia un contexto internacional inigualable. Altos precios de los granos; del petróleo y del gas; y del litio; y alta demanda de servicios tecnológicos; entre otros sectores; pueden impulsar un fenomenal aumento de las exportaciones y generar los dólares necesarios para estabilizar la macroeconomía.
Desde lo institucional; la pandemia marcó el fin de un ciclo de 80 años donde la respuesta de los gobiernos a las crecientes demandas sociales fue más Estado y más intervencionismo. Y de un ciclo económico de 50 años basado en el endeudamiento y el consumo del stock de capital.
Junto con el favorable contexto internacional; este cambio de ciclo facilitará al gobierno que asuma en 2023 instrumentar reformas estructurales que permitan recuperar algunas de las bases de la Argentina liberal. Durante el período 1880-1930 fuimos uno de los países más prósperos del mundo porque estuvimos abiertos al comercio; al capital y a la tecnología. Durante esos años; los impuestos eran bajos y el Estado; chico y eficiente.
Muchas de las bases de esa Argentina están presentes en las nuevas generaciones y en muchos argentinos que quieren salir adelante. No somos todos; pero podemos ser los suficientes para formar las mayorías necesarias para torcer el rumbo de la historia.
Con un lenguaje claro; análisis histórico preciso y una visión proactiva sobre el futuro; el financista y emprendedor Federico Dominguez; autor del imprescindible La rebelión de los pandemials; ofrece los elementos necesarios para entender los profundos cambios que se avecinan. Y una serie de propuestas que realiza de cara al futuro frente a lo que se presenta como una oportunidad única para el país.