Las innumerables estampas fluviales que componen este libro narran historias de pérdida; de dolor; para retornar después la esperanza y la nueva vida; tal y como Borges contempló el paso del tiempo en su Arte poética. Un proyecto al que Alessandro Sanna ha dedicado años; tal y como él mismo explica en el epílogo; «cultivando un pedacito de mirada cada vez; en busca de resquicios de encanto sedimentados con el tiempo». Una labor de exhaustiva contemplación que recorre los estados de la naturaleza; sus luces y sombras; y que encierra una sensibilidad cromática sin parangón.